La primera vez que vine a Europa fue en el 2012, cuando vine a hacer mis prácticas hoteleras a Barcelona y fue ahí cuando me enamoré y decidí que aquí quería pasar el resto de mis días.
Aquí he pasado varios inviernos, primaveras, veranos y, mi estación favorita: el otoño.
He tenido la suerte de conocer muchas de las capitales y ciudades importantes – aunque quedan muchas en mi lista de pendientes -.
Me he perdido en pueblitos y en metrópolis, pero me he dado cuenta de que Europa, parece pequeña, pero es enorme y con unos contrastes abismales, incluso en un mismo país.
Aquí, siempre hay algo que ver o descubrir y vale la pena viajar lento y conocer 1 país, que conocer 7 países en poco tiempo y no haber tenido la oportunidad de vivir la Europa de verdad.